
Rafael Nadal no sólo es el número uno del mundo sino que lo demuestra en cada torneo. Y lo hace con victorias épicas como la vivida en Australia, 'coto privado de caza' para los españoles hasta la fecha. La Rod Laver Arena y el propio Roger Federer se rindieron ante el poderío del Mayorquin, que mordió por primera vez este trofeo tras doblegar a su rival por un marcador global de 7-5, 3-6, 7-6, 3-6 y 6-2 tras cuatro horas y veintitrés minutos de juego.
Mucho se había hablado y escrito sobre el estado físico con el que Nadal afrontaría la final en Melbourne tras la 'paliza' que se pegó ante Fernando Verdasco en semifinales. Rafa demostró que no hay obstáculo que se le resista y que para ganarle hay que jugar, y muy bien, sobre la pista. Ahí es donde el maryorqín demuestras que es el mejor.
Los momentos posteriores al final del choque fueron de contraste de sensaciones. Nadal, con una felicidad contenida por respeto, era consciente de que sigue escribiendo la historia viva de este deporte. ¡Es difícil ser más grande de lo que es Nadal ahora mismo!. Federer, por su parte, rompía a llorar desconsolado tras no poder igualar la marca de Pete Sampras de 14 Grand Slam conquistados.
ola diegito
ResponderEliminarme parece muy bien ok y se lo merece
chao
ola.
ResponderEliminarpos wueno k no soy del Madrid pero antes k el Barça...
k no se k ponerte.
adios.